lunes, 30 de marzo de 2015

Informe sobre el desarrollo mundial 2015 aborda los temas de la mente, la sociedad y la conducta

Las personas reales rara vez son tan coherentes, estratégicas, egoístas o tienen visión de futuro como se supone normalmente en las políticas económicas estándar. A veces no persiguen sus propios intereses, y pueden ser inesperadamente generosas. Estas dinámicas deberían tenerse en cuenta más atentamente en las políticas de desarrollo, y este es un aspecto al que se hace referencia en el Informe sobre el desarrollo mundial 2015: Mente, sociedad y conducta.

El informe dado a conocer recientemente sostiene que las políticas de desarrollo basadas en nuevas lecciones sobre la manera en que las personas realmente piensan y toman decisiones ayudarán a los Gobiernos y a la sociedad civil a abordar más fácilmente desafíos, tales como aumentar la productividad, romper el ciclo intergeneracional de la pobreza y hacer frente al cambio climático.

A partir de una gran cantidad de investigaciones que sugieren vías para diagnosticar y dar cabida a los factores psicológicos y sociales que influyen sobre el desarrollo, el informe identifica nuevos enfoques en materia de políticas que complementan una serie de herramientas económicas estándar.

Un ejemplo es el de un experimento llevado a cabo en Colombia en relación con la versión modificada de un programa de transferencias de efectivo, en que parte de los fondos destinados a los beneficiarios se reservaban automáticamente y luego se entregaban como suma global en el momento en que se adoptaban las decisiones sobre matrícula escolar para el año siguiente. Este ajuste determinó el aumento de las inscripciones para el año siguiente.

"Los encargados de ventas y los políticos conocen desde hace tiempo el papel de la psicología y de las preferencias sociales como motores de las elecciones individuales", afirmó Kaushik Basu, vicepresidente y economista jefe del Banco Mundial. "De este informe se desprenden nuevas y crecientes pruebas científicas sobre esta comprension más amplia del comportamiento humano, a fin de que pueda usarse para promover el desarrollo. Las políticas económicas estándar solo resultan eficaces una vez que se conocen las propensiones cognitivas y normas sociales adecuadas, por lo cual este informe puede contribuir en gran medida a potenciar el proceso de adopción de decisiones en materia económica, incluso en las esferas de la política fiscal y la política monetaria. Mi única preocupación es que lo leerán más detenidamente los encargados de mercado del sector privado y los políticos postulandose a cargos públicos que las personas encargadas de diseñar intervenciones en materia de desarrollo".

Como inspiración de una mirada renovadora sobre la manera en que se lleva a cabo la labor del desarrollo, en el informe se enuncian tres principios del proceso de toma de decisiones humanas: pensamiento automático, pensamiento social y pensamiento basado en modelos mentales. El pensamiento humano es, en gran medida, automático, y depende de lo que llega a la mente con el menor esfuerzo posible. Las personas son profundamente sociales, y en ellas influyen las redes y normas sociales. Finalmente, la mayoría de las personas no inventan nuevos conceptos, sino que interpretan sus experiencias a partir de modelos mentales extraídos de sus propias sociedades e historias colectivas.

Dado que los factores que afectan a las decisiones son locales y contextuales, es difícil prever qué aspectos del diseño y la ejecución de los programas impulsarán las decisiones por las que optarán las personas. Por eso, las ideas señaladas en el informe deben tenerse presentes en las intervenciones, cuyo diseño debe realizarse a través de un enfoque de aprendizaje práctico.

En el informe se aplican los tres mencionados principios a diversas esferas, tales como desarrollo en la primera infancia, productividad, finanzas familiares, salud y cuidado de la salud y cambio climático.

La política referente a los pobres puede diseñarse en forma que reduzca algunos de los efectos perniciosos de la pobreza en la capacidad de elegir y de elaborar planes para el futuro. Los responsables de formular políticas deberían tratar de que las decisiones cruciales no se tomen en periodos de escasez de recursos mentales, lo que puede implicar, para los agricultores pobres, adoptar sus decisiones sobre matrícula escolar en periodos de mayores ingresos. También pueden existir vías de simplificar decisiones habitualmente complejas, como las de postularse para un programa de educación superior. Estas ideas son válidas para toda iniciativa en que sea difícil adoptar decisiones acertadas.

Según el informe, la pobreza en la niñez, que suele verse acompañada por fuertes tensiones y desatención de los padres, puede ir en detrimento del desarrollo cognitivo, por lo cual revisten decisiva importancia los programas públicos que proporcionan estímulos en la primera infancia. En un estudio de 20 años de duración llevado a cabo en Jamaica se concluyó que un programa destinado a modificar la manera en que las madres se interrelacionaban con sus bebés hizo que los ingresos obtenidos por esos niños al llegar a la edad adulta superaran en un 25 % los de aquellos que no habían participado en el programa.

En el informe se presentan todas las principales regiones en desarrollo, incluyendo los siguientes ejemplos:

En Malawi, un pequeño incentivo destinado a alentar a los agricultores a colaborar con sus pares aumentó la adopción de tecnologías agrícolas que mejoran la productividad (Ben Yishay y Mobarak, 2014). En esta intervención se utilizaron redes sociales para ampliar los efectos de programas de información.

En Filipinas, donde fomentar el ahorro era un desafío, una solución eficaz fue crear mecanismos, en virtud de los cuales los consumidores renuncian voluntariamente a acceder a sus fondos hasta llegar a una meta especificada de ahorro. Casi el 30 % de las personas a las que se ofrecieron cuentas de ahorro sin la opción de efectuar retiros por un periodo de seis meses aceptaron dicho instrumento (Ashraf, Karlan y Yin, 2006). Al cabo de un año, los ahorros de quienes habían abierto y utilizado estas cuentas se habían incrementado un 82 % más que los de un grupo de control.

En Asia, un nuevo enfoque con buenas perspectivas, centrado en crear nuevas normas, es el denominado Saneamiento Total Liderado por la Comunidad (CLTS, por sus siglas en inglés). Uno de los elementos centrales del CLTS es que sus dirigentes trabajan junto con miembros de la comunidad para confeccionar mapas de las viviendas y los sitios donde los pobladores defecan al aire libre. El facilitador utiliza un repertorio de ejercicios para ayudar a las personas a reconocer las implicancias de lo que han visto en la propagación de infecciones y para elaborar nuevas normas de protección contra los efectos perjudiciales de la defecación al aire libre. Un conjunto de estos programas en poblados de India logró reducir esta práctica en un 11 %, donde los valores iniciales eran muy altos (Patil y otros, 2014).

Según el informe, dado que las decisiones de los profesionales del desarrollo a menudo pueden tener grandes efectos en las vidas de otras personas, es fundamental que los actores y las organizaciones de desarrollo establezcan procedimientos para controlar y mitigar sus propios sesgos y puntos débiles.

Finalmente, el cambio de conducta es importante para todos los actores en el proceso de desarrollo.


El texto completo del informe está disponible en: www.worldbank.org/wdr2015. (i)

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